¿Qué son los lunares? Síntomas, causas y cómo tratar la enfermedad

Los lunares se caracterizan por ser un tipo de crecimiento común en la piel que por lo general suelen aparecer como pequeños puntos de un color marrón oscuro como consecuencia de la presencia de un grupo de células pigmentadas.

¿Dónde aparecen los lunares?

Normalmente, los lunares tienden a desarrollarse a lo largo no solo de la niñez, sino también de la adolescencia, además, puede mencionarse que la mayor parte de las personas poseen entre 10 y 40 lunares y varios de ellos pueden llegar a desaparecer o cambiar de aspecto a medida que avanza el tiempo.

Cabe señalar que normalmente los lunares suelen ser inocuos, por lo que en casos muy raros, pueden terminar convirtiéndose en cancerosos, razón por la cual controlar los lunares, al igual que otras manchas pigmentadas, es un aspecto fundamental a fin de poder detectar a tiempo el cáncer de piel, sobre todo, el melanoma maligno.

Los lunares pueden variar de tamaño, de manera que algunos suelen ser pequeños puntos, mientras que otros pueden alcanzar un diámetro superior a los 2,5 cm. Sin embargo, en la mayoría de los casos no miden más de 1 cm y tienden a tener menos de 6mm.

Prácticamente todas las personas poseen algunos lunares, aunque existen algunas que llegan a tener bastantes.

En este sentido y quienes tienen más de 50 lunares suelen presentar un mayor riesgo de padecer no solo un melanoma, sino también una neoplasia melanocítica cancerosa, la cual se caracteriza por ser maligna.

Esos individuos tienen que observar constantemente cualquier cambio que puedan llegar a tener los lunares que poseen y asegurarse de que un especialista los revise de forma periódica como procedimiento de su atención primaria.

¿Qué son los lunares?

Los lunares son tumores benignos que se desarrollan debido a la acumulación de varias de las células que se encargan de darle color a la piel, las cuales son conocidas como melanocitos.

Es posible que los mismos incrementen tanto en tamaño como en cantidad, al igual que de pigmentación, siendo esto totalmente común. No obstante siempre que se presentan cambios en algún lunar, lo mejor suele ser hacerlo revisar por un dermatólogo.

Asimismo, cabe decir que los lunares, conocidos como nevus o nevos, son pequeños crecimientos cutáneos normalmente de color oscuro, los cuales aparecen durante la infancia y adolescencia y aunque casi todo el mundo posee lunares, lo cierto es que la tendencia a presentar lunares atípicos, por lo general, suele ser hereditaria.

En este sentido y en caso de tener lunares atípicos que hayan mostrado un cambio considerable, siempre se deberá llevar a cabo biopsias de los mismos, con el propósito de descartar la existencia de posibles melanomas.

La mayor parte de los lunares benignos, es decir no cancerosos, no necesitan ningún tipo de tratamiento, sin embargo, en el caso de aquellos que resultan incómodos y/o suponen algún tipo de preocupación estética, existe la posibilidad de extirparlos mediante un bisturí como parte de un proceso que requiere el uso de anestesia local.

Síntomas

Lo común es que los lunares no duelen o pican, y que su crecimiento sea progresivo; también es normal que varíen de color y en que ciertos casos, les salgan pelos o tengan el aspecto de verrugas. Sin embargo, ante cualquier cambio brusco resulta esencial consultar a un especialista médico.

El lunar común es una mancha de color marrón, no obstante, hay que tener en cuenta que los lunares pueden presentar diversas formas, tamaños, textura y colores:

Forma

Por lo general, los lunares poseen una forma redonda u ovalada.

Tamaño

Normalmente los lunares no superan los 6 mm de diámetro (similar al tamaño de la goma de un lápiz). En pocos casos, los lunares de nacimiento, llamados nevos congénitos, crecen mucho más y abarcan grandes áreas del cuerpo.

Color y textura

Es posible que sean de un color marrón, negro, canela, rojo, rosado o azul. De igual modo, pueden ser arrugados, suaves, planos o presentar relieve, incluso, podrían crecerles vello.

Cabe decir que es posible que aparezcan en cualquier área del cuerpo, incluyendo las axilas, el cuero cabelludo, bajo las uñas o en medio de los dedos, etc., y la mayoría de ellos suelen aparecer antes de que la persona llegue a los 50 años.

Causas

Los lunares aparecen debido a que las células de la piel, conocidas como melanocitos, las cuales se encuentran distribuidas alrededor de la piel y producen melanina (pigmento natural encargado de dar color a la piel), se desarrollan en aglomeraciones o grupos.

Cómo tratar la enfermedad

En la mayoría de los casos no es preciso hacer nada, ya que un adecuado seguimiento suele bastar para mantener la tranquilidad y estar convencido de que se trata de crecimientos cutáneos benignos, así, que en caso de que el especialista pueda percibir algo raro, indicará a la persona el control que deba seguir.

En raras ocasiones suelen quitarse, siendo esta una opción a la cual es posible recurrir debido a motivos estéticos y/o a causa de que resulte imposible vigilarlos apropiadamente.

Su extirpación supone una sencilla operación que suele ser llevada a cabo por un dermatólogo, después, se realizará una biopsia con la finalidad de estudiar el lunar y poder cerciorarse de que no existe ninguna clase de problema.

No obstante y como mencionamos anteriormente, la mayor parte de los lunares se caracterizan por ser inocuos, por lo que no es preciso realizar una intervención quirúrgica para extirparlos.